El número tres de La Rivada logra instalarse en la red de nuestra comunidad científica al cierre de un año productivo y avizorando un próximo que promete y espera más crecimiento y socialización de saberes. Es muy grato volver a repetir lo que decíamos en el segundo número respecto del equipo editor: seguimos incorporando a nuevos integrantes para enriquecer el trabajo colaborativo que implica preparar cada edición, tras el objetivo de dar a conocer la producción intelectual de nuestra Facultad y de otros centros universitarios.
La continuidad que supone la aparición del nº 3 de La Rivada, otorga un renovado marco de responsabilidad y compromiso de las decisiones que vamos tomando entre todos. La revista genera una dinámica que adquiere su pleno sentido y se potencia en la interacción con los lectores navegantes de las distintas secciones que la conforman.